¿Y tú pensabas que estabas en condiciones físicas óptimas? A ver, ¿serías capaz de nadar 3.800mts, montar bicicleta durante 180kms, y correr otros 42kms? ¿Todo en un mismo día?
Si tu respuesta a todas las interrogantes anteriores fue “sí” es por dos razones: la primera es que seas un triatlonista que vive entrenando y alimentándose apropiadamente para que su cuerpo de convierta en una máquina de la más alta competencia; la otra opción es que simplemente estés mintiendo.
Los triatlones son probablemente las pruebas más exigentes para un ser humano. Según la leyenda, la primera competencia de este tipo surgió de una apuesta entre marines norteamericanos en Hawaii. Uno era maratonista, otro ciclista, y el otro nadador. Vivían discutiendo y defendiendo su disciplina como la más compleja para practicar. Hasta que un día, luego de un sueño del comandante de la marina norteamericana John Collins (uno de los que se la pasaba discutiendo), decidieron juntar el Waikiki Roughwater Swim, competencia de nado de 3,8km; el Around-Oahu Bike Race, prueba de 180km sobre bicicleta, y el Honolulu Maratón 42km.
El ganador de esta prueba sería llamado el “Ironman”. Es allí cuando nace esta competencia, que actualmente es la referencia de los triatlones a nivel mundial.
La primera prueba de este tipo se realizó en 1978 con la participación de 18 atletas. Doce de ellos finalizaron todas las pruebas y Gordon Haller fue el primer ganador.
Actualmente existen 20 competencias internacionales para clasificarse al Ironman de Hawaii, y su último vencedor fue el alemán Norman Stadler, quien finalizó el recorrido en ocho horas, once minutos y 56 segundos.
El record lo mantiene el belga Luc Van Pierde, quien paró el reloj en ocho horas, cuatro minutos y ocho segundos.
